lunes, 17 de agosto de 2009
Una reverencia a El Benny
Aquella imagen televisiva de El Benny interpretando Te quedarás, es insustituible. Quizá el músico de Santa Isabel de las Lajas lo supo: en su voz la música cubana tomó otra dimensión, y el bolero, son o mambo, resultaron solo los matices e intenciones de su expresividad melódica.
«Benny Moré era la genialidad misma», afirman los que lo conocieron, mas imagino que su secreto más conocido era el de pensar la música desde dentro, sin academia, pero con esa intensidad tan suya para sacarla a flote.
El Bárbaro del Ritmo ha sido de esas personas que se resisten al paso del tiempo. Basta una nota de Cómo fue, Bonito y sabroso, o Mi amor fugaz, para que muchos reconozcan al intérprete. Estas líneas llevan el deseo de coincidencia con una época que no me tocó vivir. Aunque el Benny no sea la voz de mi generación o la referencia de sus textos no implique el nexo con una realidad más dada a la melodía comercial —menos acabada y en ocasiones disminuida en sus letras—, su calibre siempre es lo que más destaca dentro de lo genuinamente nacional.
Jorge Luis Sánchez lo recordaba con su película. El cineasta dijo en una entrevista publicada en el sitio web de Radio Habana Cuba, que revelando al cantor «mostraba contextos, los expresaba; armando en la conciencia del espectador la complejidad que para mí fue, y es, Benny Moré. Todo esto sin obviedad ni pose intelectual. Debía complejizarlo sin olvidarme de la sencillez, como pienso que fue».
De ahí que exista una resistencia casi mística, que no permite que sea olvidado. Es otro acto irreverente del señor del bastón y el sombrero, que cantó junto al célebre Conjunto Matamoros, Dámaso Pérez Prado, y luego creó su Jazz Band. El mismo que supo advertirnos que la música cubana tiene una exclusividad tremenda al utilizar elementos idiosincráticos, que envían al mundo un mensaje sonoro particular que gana adeptos desde el mismo momento en que se hace escuchar.
Un Bárbaro que no solo buscó el ritmo, sino al pueblo en sus textos y sus notas. Un insigne músico que según afirman los estudiosos, dejó constancia de su voz al grabar alrededor de 40 discos desde 1940 hasta 1963 —año en el que murió—, una cifra significativa para la época. Además, participó en 16 películas, 15 de ellas realizadas en México, y una coproducción entre la nación azteca y Cuba. Ese virtuoso Bartolomé Maximiliano Moré que —inquieto ante tanta premura por volver letra viva su lucidez—, puede complementar la colección particular de cualquiera, y creo que la incitación tropieza con la levedad con que algunos todavía se niegan a hurgar y ampliar sobre lo nuestro. Para la lucidez, tanto hoy como ayer, no existe resistencia. Este 24 de agosto sumarán 90 años del nacimiento del cantante. Desde inicios de 2009, la Promotora Musical que lleva su nombre, el Instituto Cubano de la Música y otras instituciones, iniciaron una jornada de recordación que incluye actividades como la gran rumba que ofrecerán al músico varias agrupaciones en el Callejón de Hamel; la inauguración de una sala de concierto en el Edificio Focsa; el coloquio Benny Moré, genio de la popularidad, en el Hotel Saint John's; las presentaciones en el Teatro América y el Salón Rosado de la Tropical, y la apertura de la exposición de arte digital Hoy como ayer, del creador Santos Toledo, en la galería del Palacio de Gobierno, en La Habana Vieja.
Todas estas acciones son validas porque como ha dicho uno de sus biógrafos José Reyes Fortún, El benny ha quedado para siempre en el espectro musical cubano. «Es para la discografía cubana la frescura de un eterno contemporáneo». Y es realmente cierto, pues aquel intérprete que cantó más boleros que sones, dueño de un estilo único, marca también el ritmo musical de nuestros días.
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En Primera Persona
ResponderEliminarRelato del Hundimiento del
Remolcador Cubano "13 de Marzo"
SERGIO PERODIN
(Esta crónica se conformó a partir de una entrevista concedida por Sergio Perodín, sobreviviente de la tragedia, a Contacto Magazine en el verano de 1995. Editores de Contacto convirtieron la entrevista en esta narración en primera persona).
Las embarcaciones del Servicio cubano de Guardafronteras, que habían observado la tragedia sin impedirla, se percataron de la presencia de un barco griego que se dirigía a la bahía de La Habana. Entonces, con la intención de borrar la imagen de la masacre que se cometía, iniciaron las maniobras de rescate.
El remolcador 13 de Marzo, en el cual habíamos intentado huir de Cuba la madrugada del 13 de julio de 1994, estaba hundido. Los que habíamos tenido la oportunidad de asirnos a una nevera que permaneció flotando en el agua, logramos salvar nuestras vidas. Cuando todo terminó, habíamos sobrevivido 31 personas. Habían muerto 41, entre ellas varios niños. Mi esposa Pilar y mi hijo Yasser, de 11 años, estaban entre los muertos.
Preparativos
Desde mucho antes habíamos planeado la fuga. En un principio, durante mis vacaciones de ese año, hice contacto con un amigo cercano. Con él tuve la primera conversación sobre el tema. Ambos fuimos a ver a Raúl Muñoz, ex capitán del remolcador 13 de Marzo que en aquel momento capitaneaba otra embarcación de la Empresa de Navegación Mambisa. Se produjo entonces otro lazo importante para nuestros planes. Después de nuestro fructífero encuentro con Muñoz, nos reunimos con Fidencio Ramel Prieto, jefe de operaciones del puerto de La Habana y secretario del Partido Comunista de Cuba en aquel lugar. Había confianza. Muñoz y Ramel Prieto tenían el mismo deseo que nosotros de huir de Cuba.
Así, entre todos, planeamos los pormenores de la fuga. Antes del 13 de julio hubo tres intentos de abandonar el país, pero por diversas razones tuvimos que suspenderlos.
Finalmente, el día 13 logramos abordar el remolcador 13 de Marzo. Ramel Prieto tenía el barco bajo su control, inclusive la llave del motor y el timón. Es costumbre desactivar el timón de estas embarcaciones cuando se encuentran en puerto.
Y de sólo poner proa rumbo al Estrecho de la Florida, aún dentro de la bahía de La Habana, supimos que la Dirección de Seguridad del Estado conocía nuestros planes.
Cronología de los hechos
ResponderEliminarZarpamos a unos 300 metros de la capitanía del puerto, que está en medio de la bahía. Bordeamos muy despacio el área de Regla, alejándonos lo más posible de la capitanía. Al pasar por el área de la capitanía un remolcador, del tipo conocido como Polargo, nos vino encima a unos 200 metros de la fortaleza de El Morro y nos lanzó los primeros chorros de agua con mangueras de alta presión.
Había gente en el Malecón habanero, parejas de novios, y comenzaron a gritar al ver que el Polargo trataba de hundirnos. Las mujeres y los niños subieron a cubierta para que los tripulantes del otro barco se percataran de que iban a cometer un asesinato. Ellos no se detuvieron. En medio de varias maniobras, el 13 de Marzo chocó con el Polargo, y en el incidente logramos poner proa hacia afuera. Al salir de la bahía a mar abierto, sin embargo, había otras dos embarcaciones Polargo esperándonos escondidas detrás de El Morro. Entre los tres barcos hacen un cerco al 13 de Marzo, y dos de ellos nos lanzan potentes chorros de agua. Comienzan entonces a alejarnos de la costa. Nos embestían y golpeaban, una y otra vez tratando de volcarnos. La maniobra no surtió efecto porque el 13 de Marzo era potente.
Entonces se colocó un Polargo delante de nosotros y otro detrás, este último era el que nos golpeaba. Así lograron quebrar la estructura del 13 de Marzo, el cual comenzó a hundirse por la popa. En ese momento, el Polargo de atrás nos "escoreó", es decir se montó encima de nuestra embarcación, la cual se hundió hasta la mitad. Unas 30 personas quedaron atrapadas en la bodega del 13 de Marzo. Los que logramos salir a la superficie vimos que las tres naves Polargo giraban a nuestro alrededor a alta velocidad, tratando de hundirnos. Se mantuvieron haciendo remolinos durante 40 minutos. Era evidente que tenían el propósito de no dejar sobreviviente alguno que luego se convirtiera en un peligroso testigo. Entre 15 y 18 personas que salimos a la superficie nos asimos a una nevera que flotaba. Asi pudimos salvarnos. Mi pequeño hijo Sergio estaba aferrado a mí. No sabíamos nada del resto de la familia.
Rescate a "regañadientes"
Para nuestra sorpresa, vimos que los tres Polargos quedaron quietos y una lancha torpedera de Guardafronteras entró hasta donde flotábamos. Nos recogieron. Al subir a la lancha nos percatamos de que un barco de bandera griega, que se encontraba a unos 800 o mil metros de distancia, trataba de entrar a la bahía de La Habana. Comprendimos entonces por qué habían detenido la masacre y nos habían recogido. La lancha torpedera sabía, desde el principio, lo que estaba ocurriendo. Nos había seguido y sus tripulantes habían sido testigos del hundimiento del 13 de Marzo. Nos recogieron a las 4 de la madrugada y nos mantuvieron dando vueltas en el mar hasta las 11:30 a.m., cuando recibieron la orden de conducirnos a Jaimanitas. Cuando llegamos a una base naval de aquel lugar, había coroneles y generales. Nos encerraron en calabozos hasta las 6 de la tarde. A esa hora, seis niños y cinco mujeres que había entre los sobrevivientes fueron llevados a sus casas. A los hombres nos trasladaron a Villa Maristas, la sede de la Dirección de Seguridad del Estado. Allí permanecimos por espacio de 20 días, tras los cuales nos impusieron prisión domiciliaria.
Un nuevo intento
ResponderEliminarCon mucho esfuerzo, en tan difícil situación, fabricamos una balsa a escondidas, y el 23 de agosto nos lanzamos de nuevo al mar. A unas 50 millas de Cuba fuimos rescatados por embarcaciones del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos y enviados a la Base Naval de Guantánamo. Por razones humanitarias, especialmente por mi hijo Sergio, que huyó conmigo, el 24 de enero de 1995 cuatro miembros de nuestra familia, todos sobrevivientes del hundimiento del 13 de Marzo, recibimos un permiso "bajo palabra" del gobierno de Estados Unidos para viajar a Miami.Voy a luchar, hasta donde me alcancen mis fuerzas, para que el crimen que se cometió con el 13 de Marzo no quede impune.
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Perodín narró la tragedia del 13 de Marzo ante un comité del Congreso de Estados Unidos, en febrero de 1995, ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU ese año y ante dos subcomisiones del Congreso de Venezuela, en abril de 1995. Su relato ha sido recogido también en documentales, noticieros y libros. Años después de la tragedia, el gobierno cubano culpa a las víctimas y no ha castigado a ninguno de los victimarios.
(fin)
Citas de Fidel:
“No me rompí el pescuezo luchando contra una dictadura para caer en manos de otra. El imperialismo soviético es igual al imperialismo norteamericano”
Julio de 1958 / Entrevista con J. Meneses, español.
“No somos ni seremos comunistas. Nuestra Revolución es genuinamente democrática, genuinamente cubana”
Fidel en el Club de Leones/13 de Enero de 1959
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-“De ninguna manera caeremos en la órbita del Comunismo internacional, puesto que nunca recibimos ayuda de ellos para hacer la revolución, ni la pediremos para defenderla. Nos apoyaremos en la opinión pública de los pueblos de América”
Periódico Revolución/23 de Enero de 1959
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-“Mira Rufo, yo estoy dejando que los comunistas asomen la cabeza y así saber quienes son. Y cuando lo sepa, los vuelo a todos con la orilla de mi gorra”
A Rufo Lopez Fresquet en Washington/abril de 1959.
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- ‘El Comunismo es una dictadura de clase y yo he luchado toda mi vida contra las dictaduras. Por eso no soy comunista. El comunismo predica el odio de clases, la lucha de clases y yo estoy contra eso. No se puede confiar en los comunistas.
Al Prof. Jose Ignacio Rasco/abril de 1959
Comentario de Hubert Matos, quien fuera combatiente por la libertad de Cuba junto a Fidel:
‘Y cuando regresábamos por el Malecón, le dije: “Fidel, ¿tú has renunciado a
poner en práctica lo que planteas en tu discurso ‘La historia me absolverá’,
de darles a los obreros una participación de las utilidades (beneficios) de
las empresas?” (“La tercera ley revolucionaria le hubiera garantizado a los trabajadores y empleados el acceso al 30% de las ganancias en todas las empresas industriales, mercantiles y mineras incluyendo los centrales azucareros.”) Y me dijo: “No Hubert, eso no lo podemos hacer, porque si propiciamos que los trabajadores tengan independencia económica, de ahí a la independencia política no hay más que un paso. ¡No podemos!”’
(En diciembre de 1959 Fidel condenó al Comandante Hubert Matos
a 20 años de cárcel por traidor cuando renunció a su cargo
por no estar de acuerdo con la infiltración comunista en el ejército.)