miércoles, 17 de junio de 2009

En busca de las raíces campesinas

En la ciudad donde crecí, se trata cada año de captar esa esencia raigal, dibujada en su música de campiña. Desde la décima de los bardos y el sonido de las guitarras y laúdes, se compone el paisaje del labrador de la tierra, el primer amor a la orilla del arroyo, las comidas más genuinas...

Las Tunas ha tratado durante más de cuatro décadas de preservar tales tradiciones. A los colores de ese cuadro de vida costumbrista, en la oriental ciudad cubana se le impregna ese tono real con la realización, siempre a finales de junio, de la Jornada Cucalambeana.

En las riberas del Río Hórmigo y rememorando aquellos «rumores» descritos por El Cucalambé, se sitúan poetas, repentistas, bailadores y personas interesadas en que esa imagen captada por Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, sea visible, vigente.

Se trata cada año de captar en vivo la fotografía del hacer cotidiano de los campesinos y, desde la década de 1960, es El Cornito el lugar idóneo para palpar tal panorama.

Allí, donde naciera el bardo el 1ro de julio de 1829, es el encuentro. Quizá porque en pleno vaticinio del autor de Rumores del Hórmigo —figura prominente de la espinela del siglo XIX en Cuba—, el lugar verdaderamente inspira a los poetas para compartir sus versos a la sombra de los bambúes, en el Concurso Iberoamericano de la Décima; los repentistas improvisan sus estrofas cantadas en el Justo Vega; y los bailarines danzan hasta gastar sus zapatos en el Encuentro de Danzas Campesinas.

En las noches es el Anfiteatro el gran auditorio, el sitio donde se representa lo que ocurre en el campo, pero con texturas más artísticas. En las veladas siempre se festeja la belleza femenina, el arte del país invitado, la persona agasajada...

Esta vez la Jornada Cucalambeana acontecerá del 29 de junio al 3 de julio próximos. En escenarios y en puntos de encuentros informales se reverenciará a la repentista Tomasita Quiala; al Premio Nacional de Literatura, Pablo Armando Fernández; así como al estado mexicano de Querétaro.

La espinela, presente en los parajes rurales de la Isla desde los tiempos de los españoles, será el motivo de los análisis de especialistas, estudiosos y musicólogos, como Virgilio López Lemus y la doctora María Teresa Linares.

Todos ellos dialogarán sobre la huella ibérica en las culturas tradicionales de Latinoamérica en el XV Festival Iberoamericano de la Décima, que se desarrollará dentro de la Jornada Cucalambeana.

Y la mirada de los medios a la música campesina puede verse en un foro preparado para debatir sobre la temática. El Comité Organizador creó —como en los tres últimos años— un espacio alojado en el sitio web de la cultura tunera, para ese propósito. El 30 de junio será la inauguración oficial, a la cual ya se han convidado a profesionales del sector y los artistas asistentes.

Así están el arte y la campiña. Juntándose gracias a las décimas y las melodías. El campesinado exhibe en las Jornadas Cucalambeanas su tradición y describe a la Isla desde uno de sus matices más arraigados. Una composición pictórica que siempre parte de las riberas de un río y con los versos de un bardo, inspirado en los ya célebres «rumores» de las vivencias de la gente de campo.

lunes, 15 de junio de 2009

Cuando Formell y Los Van Van forman parte de tu vida

El viernes fue uno de esos días en que adoré la profesión ejerzo. No crean, los días y las noches en el periodismo dan una satisfacción increíble, pero hay otros espacios de tiempo en los que escribir, hacer literatura diaria se hace denso.

Pero un día hablamos de esos temas, porque hoy quiero comentarles de la otra noche, cuando haciendo periodismo pude asistir a la entrega del título de Doctor Honoris Causa en Arte al músico Juan Formell.

Les confieso que lo primero que pensé fue en la grandeza del líder de los emblemáticos Van Van, al cronicar la vida cotidiana en minutos cantados, musicalizados. Es difícil lograrlo, pero Formell lo hizo con La Habana no aguanta más, Por encima del nivel y muchos otros títulos.

«La música de Juan Formell no es solo popular, es culta, porque él es un clásico de la música cubana», decía el pianista Chucho Valdés, en la ceremonia de entrega de la alta distinción, para describir la obra innovadora en el campo de la música bailable de la Isla hecha por el músico, y cuya agrupación es considerada un paradigma entre las orquestas soneras.

Las palabras de Formell denotaron sencillez: «Todavía no me lo creo. No sé si me lo merezco o no. Nunca pensé en mi vida que se me diera esa oportunidad de que se me reconociera mi labor durante tantos años».

Los Van Van han marcado a generaciones enteras de cubanos. Los Rolling Stone de la salsa, como los llaman algunos, han mantenido su indiscutible paso por los escenarios nacionales y extranjeros durante casi 40 años.

Me alegró que fuera a la familia, los fundadores y los músicos actuales de Van Van, a quienes Formell dedicara el título. Mi padre y mi madre han bailado con esa orquesta, lo he hecho yo y me agrada que como Chapeando y Arrasando —los discos más actuales de la agrupación—, existan otros que nos describan desde las letras y la melodía como cubanos. Ellos, sin dudas, forman parte de nuestras vidas.


viernes, 12 de junio de 2009

Café, tequila y mucho rock

Estuve alejada unos días. Pero tengo que contarles mis impresiones sobre Café Tacvba, el grupo que incluyó a La Habana su gira 20 años, 20 ciudades, como está sucediendo con otras 19 urbes de Latinoamérica, Europa y del norte de nuestro continente. Dos décadas de rock alternativo y conectado a las vivencias personales de sus integrantes, fueron revividas en Cuba.

La banda vino el pasado martes a la Isla con su música peculiar y dedicó un sonado concierto en la Tribuna Antiimperialista José Martí, a los 50 años de la Revolución Cubana.

En ese histórico lugar, rodeado de cientos de seguidores nacionales y extranjeros, el grupo integrado por Rubén, Kike, Joselo y Meme, hizo un repaso por las canciones que han interpretado desde 1989 hasta la fecha.

La agrupación había preparado su reencuentro con ese público que conocieron aquí en 1997, ocasión en la que actuaron en el Parque Almendares. Igualmente se alistaron para ampliar la red de amigos que disfrutan de sus letras en la Isla.

Con los sabores de dos bebidas fuertes —café y tequila—, y sin que se debilite alguna de ellas al unirlas, el grupo armonizó la escena durante casi dos horas y media. Allí se «colaron» temas que constituyen clásicos dentro de su repertorio como Eres, Chilanga banda e Ingrata.

Sin apartarse de las raíces aztecas y versionando a autores como el dominicano Juan Luis Guerra o el argentino Leo Dan, los muchachos de Tacvba recordaron un Ojalá que llueva café llevado al clásico zapateo mexicano, y un Cómo te extraño mi amor, apegado al pop.

Fue el Café Tacvba de siempre. En ellos se respiró esa vertiente alternativa del género. Su música —como dijeron en la conferencia de prensa a propósito de su presentación en nuestro país—, está influenciada por las corrientes sonoras que llegaron a México procedentes de todas partes del continente, y por supuesto, de Cuba.

«La música latina en un gran porcentaje se debe a la sonoridad cubana. Es increíble la manera en que esta última ha llegado a nuestras vidas. Para nosotros ha sido muy emocionante experimentar todo eso que escuchamos de niños: bolero, cha cha chá, mambo...», dicen.

No son tan dados a explicar lo que hacen. Prefieren que hable por ellos la melodía y las letras de sus canciones.

En los inicios muchos pensaban que eran localistas por reflejar las inquietudes y problemas que pasaban en la Ciudad de México.

Al ver que por medio de las grabaciones discográficas, públicos en distintas ciudades vivían sensaciones similares, entendieron que la música puede ser un vehículo de acercamiento entre los individuos.

Pero sus integrantes no quieren darle mucho vuelo conceptual al asunto. Es más sencillo, se trata de cuatro personas que tienen mucho que decir y «si hay alguien más allá que recibe y que piensa que esta música se les convierte en una vivencia personal, pues es algo muy valioso».

Varios discos se suman a este empeño: Café Tacvba (1992), Revés/ Yo soy (1999), Tiempo transcurrido (2001), Cuatro caminos (2003) y Sino (2007), entre otros. En ellos han tenido la posibilidad de desarrollar diferentes intereses, desde lo experimental hasta lo más clásico dentro del estilo que defienden.

En un principio mezclaban el rock que les gustaba con la música latina y de su país de origen. Poco a poco el grupo fue viajando, vivieron otras experiencias y se integraron nuevas armonías.

«Llegamos a una abstracción en el CD Revés/ Yo soy, un álbum instrumental donde rompimos la alineación del grupo y nos reinventamos», señalan.

La década de 1990, época dorada del rock latino, suele ser un período evocado por los Tacvba. «Había un movimiento roquero muy difícil de catalogar. Era una escena muy interesante. La añoramos precisamente por eso, porque había gente haciendo cosas diferentes», apuntan.

Ahora —manifiestan— vemos las bandas mucho más esteriotipadas y, desgraciadamente, siguen lineamientos demasiado anglosajones.

Pero igual les gusta este tiempo, se apresuran a decir. «Estamos gozosos de ir con el fluir, con lo que está sucediendo. Al inicio mezclamos ritmos de seis octavos con cuatro cuartos. De repente nos sorprendimos tocando cuatro cuartos sin mayor vuelta de tuerca y nos dimos cuenta de que también éramos muy felices haciéndolo.

«Por eso nuestros últimos discos son básicamente rock y pop y no tienen mayor influencia. Hay menos instrumentos locales y esto no quiere decir que ya nos quedemos ahí, simplemente nos encontramos en este lugar y nos sentimos cómodos», detallan.

En 20 años, 20 ciudades, Café Tacvba se encarga de repasar todos los momentos que han vivido y manifiestan esa necesidad de continuar creciendo como creadores.

¿Qué harán en los próximas dos décadas?, es una pregunta que le hacen los periodistas en la capital cubana. «No sabemos qué va pasar más adelante. Sabemos que este año seguiremos tocando», contestan.

Este mes y el que sigue, continúan los festejos por el aniversario cerrado. A finales de 2009 vendrán otras presentaciones y, luego, tomarán un receso, «porque tenemos ya tres años de trabajo continuo y aprendimos que para seguir haciendo cosas, debemos tomar espacio, para regresar con la energía que se merece».

Así dejan en «suspenso» público algunos proyectos que de seguro ya maduran. Son cautelosos, pero igual volverán a sorprender.

sábado, 6 de junio de 2009

¿Qué música escuchamos hoy?

Quisiera retarlos. Deseo despertar en ustedes la primera chispa de una reflexión que hace tiempo a mí me preocupa. ¿Qué música escuchamos hoy?. Si bien son personales los gustos y preferencias, siempre han sido influenciados por la promoción hecha por los medios audiovisuales, las casas discográficas y las presentaciones artísticas.
Confieso que no han dejado de gustarme temas antológicos como La tarde, de Sindo Garay, Longina, de Manuel Corona o Veinte años, de María Teresa Vera. Junto a ellos me gusta escuchar música actual. Me reconforta bailar con Los Van Van o reflexionar con los muchachos de Buena Fe.
Pero siento que hay géneros donde siento que la creatividad se les ha ido a otra parte y entre los temas más representativos se perciben lugares comunes, composiciones pedestres.
Quisiera preguntarles sobre la música que escuchar hoy, sin ánimo de encuestarlos. Les propongo dialogar sobre la melodía que nos reconforta, la que nos llena en momentos de mucho vacío. También la que nos alegra. Aquí los espero. Buen fin de semana.

viernes, 5 de junio de 2009

Las Huellas que descubro en La Habana

No pensaba escribir tan tarde, pero era importante comentarles. Ayer se me develó una Habana diferente a la que recorro todos los días. Quise festejar mi cumpleaños mirando el arte de una ciudad marcada por una simbiosis de raíces culturales. Anoche vi la huella española. Un festival se descubre entre otros eventos que denotan una gran actividad artística en la gran urbe insular.
Ars Longa —el grupo de música antigua que pertenece a la Oficina del Historiador de la Ciudad— propuso mirar las cantigas de amigo de Galicia. Para ello invitaron a Paulina Ceremuzyñska, musicóloga y soprano española, especialista en la interpretación de melodías medievales. Ceremuzyñska estuvo inmensa en la interpretaciones de una de las zonas sonoras muy populares en su región natal. En 15 sencillos, Paulina recorrió además senderos musicales como los cantos gregorianos y las cantigas de Santa María. La Iglesia de Paula vibró y también muchos de los que allí estuvimos.
Un poco más al centro de la ciudad, en el Gran Teatro de La Habana, el Ballet Nacional hacia de las suyas. Cuatro obras explicaron desde la danza la vida del pueblo español: el pas de deux del tercer acto de Don Quijote, Serenata Goyesca, Tablada y Preciosa y el aire.
Dos piezas me impresionaron. Fuerza, sensualidad y misticismo, se apreció en Tablada, una obra creada por Juan Carlos Santamaría y ambientada por la música de Antonio Vivaldi. Estupendos los bailarines Verónica Corveas y José Losada.
En Preciosa y el aire, la prima ballerina assoluta Alicia Alonso reflejó el sentir de un poema de Federico García Lorca. La fuerza de los versos del poeta fue captada por la coreógrafa hasta en lo más mínimo: una mujer, interpretada por la bailarina Yolanda Correa, intenta desafiar al tiempo. Lorca dice: «¡Preciosa, corre, Preciosa,/ que te coge el viento verde!/ ¡Preciosa, corre, Preciosa!/¡Míralo por dónde viene!/Sátiro de estrellas bajas/ con sus lenguas relucientes».
Y Yolanda en su danza dramatiza una historia donde carabineros y pueblerinos, aparecen en su camino. La Alonso desde una butaca del teatro, sintió sus pasos. Ver el estreno mundial de Preciosa... y encontrarme con la impronta de una cultura que también perfila lo que somos, fue uno de mis mejores regalos de cumpleaños.

miércoles, 3 de junio de 2009

Una entrevista especial, para un día especial


Hoy es el día en que una se pregunta cuánto ha hecho en su vida y qué retos todavía le quedan por asumir. Los días en que se festeja el nacimiento son jornadas de reflexión, sin dudas. Miro hacia atrás y analizo lo que he hecho en los últimos 365 días. Y sí, escojo uno de los trabajos que más me ha marcado en ese tiempo.
Les cuento: leímos que en la redacción de Juventud Rebelde que se formó un «revuelo» mediático en Miami por ciertas declaraciones que Paulo Fernández Gallo (Paulito FG) ofreció sobre su Isla. Un colega me sugirió que indagara si el músico ya se encontraba en Cuba y si nos podía ofrecer una entrevista donde contara lo sucedido en Estados Unidos.
La tarea no era fácil, pues no tenía la menor idea de dónde localizarlo. Mi primer intento fue con el salsero José Luis Cortés, lo había entrevistado hacia unos meses y quizá conocía el teléfono de Paulito. El Tosco me dio un número de celular, pero nada, allí no respondía nadie.
Uno de mis amigos en JR se le ocurrió entonces que nos apareciéramos a la Gala de Premiaciones del programa de videoclip Lucas, donde la Élite se presentaría. Y así fue. Paulito nos invito a su casa y entre cafés, nos comentó su más reciente historia. Se las dejo como un momento importante en este año, mi año.
La titulé: Quien pregunta lo que no debe, encuentra lo que no quiere. El resto ahí va...

Ya había actuado con su agrupación en Miami, en 1999 y 2001. Llegó a mediados del mes de noviembre a la ciudad para hacer sus conciertos, previstos con antelación en tres sitios diferentes: el parqueo de La Covacha, donde caben cerca de 4 000 personas; el club Café Cristal, y en Rancho Grande.

Paulo Fernández Gallo (Paulito FG) tenía esta propuesta de trabajo desde hace aproximadamente cinco años. «Una compañía pretendía promoverme en Estados Unidos y Canadá. Por ser un artista que tiene allí muchos seguidores, por mis anteriores presentaciones, y mis últimas propuestas discográficas, estaban interesados en que cantara en Miami», cuenta a JR el destacado músico.

Solo en 2001, dice, obtuve récord de público en la importante plaza de Los Ranchos de Okeechobee y «demoré casi dos horas en salir tras finalizar el concierto».

Paulo FG, líder de la Élite, lleva más de 15 años cultivando la música popular bailable. En su haber tiene alrededor de una decena de discos, entre los que destacan Tú no me calculas, Sofocándote, Con la conciencia tranquila, y Te deseo suerte. A la Florida llevó buena parte de su obra, y de Un poquito de to’ II, un CD que saldrá entre enero y febrero próximos. Sin embargo, el cantante tuvo un percance que «no buscó» en el programa que conduce Patricia Arbulú, en el canal GenTV.

—Esa entrevista desató una controversia a la que no pocos allí le dieron un matiz político. ¿Qué sucedió exactamente?

—En ningún momento, cuando hice la negociación con la compañía, hablé de asistir a los medios. Conozco el contexto de Miami. Sé lo que sucede cuando te enfrentas a esos medios, que responden a los intereses de allí, y no a los del público, que es el que realmente va a disfrutar las presentaciones.

«Quería hacer mis conciertos que, vale la pena significarlo, ya estaban vendidos mucho antes de llegar a la ciudad. Fui víctima, quizá, de la ambición de publicidad de los promotores que me llevaron. Ellos me hablaron de ese programa, presentado por una peruana que se había tomado mucho interés en entrevistarme, porque actué este año en la nación sudamericana, donde tuve buena acogida.

«Cuando llegué le pregunté a mi promotor: ¿Dime, de qué va esto? Él me contestó que no era nada político, solo hablar de mi carrera y discografía. Acepté. La periodista me aborda en cámara sobre mi visita a Perú y de lo popular del tema Confío en ti. Pero de momento empieza a darme una vuelta que parecía prácticamente una especie de trampa.

«Me hizo una pregunta que no debió, por respeto. Si no vivo allí, es porque no pienso como ellos. No me pueden interrogar sobre en quién creo o no. Y únicamente, sin politizar, expresé lo que siento y, obviamente, sí creo en Fidel. Es muy grande su pensamiento y, justamente a mí, por los avatares de mi carrera, no me ha alcanzado el tiempo para estudiarlo. Cuando uno ve la dimensión de Fidel en la historia, es un poco loco no creer en él. Quien pregunta lo que no debe, encuentra lo que no quiere».

—¿Y luego?

—Ella me dice: «nos vamos a quedar». Le recordé que me habían dicho que la entrevista era hasta una hora determinada, y yo tenía un ensayo musical para mi presentación, había gente esperando por mí. Le señalé que seguiría con ella hasta que llegara el tiempo de irme.

«Entonces me dice: “¿Tú tienes miedo?”. Le contesté: “Puedes preguntarme lo que quieras”. Y comenzó a hacerme preguntas de otra índole, y yo le expresé que eran “otros puntos de vista, y yo tengo los míos. Yo estoy allí, he podido hacer mi carrera de manera honesta. Todo el que me conoce sabe de qué voy yo”.

«No contábamos con mucho tiempo. Le pedí disculpas porque me marchaba y le dije: “Que Dios te bendiga, que estés bien”. Estos medios son muy agresivos con el tema Cuba y los artistas de la Isla. Ellos todavía no aceptan la posibilidad de que un creador se deba a su arte.

«Los medios cubanos son un ejemplo de ética. Aquí nos han visitado personalidades de diferentes latitudes con distintas creencias religiosas o formas de pensar, y van a la televisión y a la radio. Jamás se les cuestiona cómo piensan, o en quién creen. Se les interroga sobre su historia artística y la trascendencia cultural de su hacer».

—¿En qué condiciones transcurrieron los conciertos después de la entrevista?

—A partir de ahí fue candela. Sí que se creó el ambiente de tensión que no deseaba. Había un público en una esquina gritando cosas en contra del gobierno nuestro. A mí me pusieron un cartel que decía: «Paulito FC (Fidel Castro)», en vez de FG. La policía estaba por todos lados.

«Tuvieron que gastar en cuerpos de seguridad porque hubo amenazas de petardos y en medio de ese contexto tuve que trabajar siete días. Pero la acogida fue espectacular. Las personas que asistieron eran mucho más que las que protestaban. La gente iba a apoyar al artista independientemente de cualquier amenaza. Ese fue el mejor premio que tuve por mi osadía.

«Más que todo siento lo sucedido, y lo reflejé en el primer concierto, donde pedí disculpas a la comunidad por haber ido con las personas inadecuadas. No fui allí a hacer proclama de nada».

—Dijiste en el programa de marras que «la política es para los políticos. Mi tema es la música». ¿Hasta qué punto arte y política fijan sus límites?

—La política está presente en todo, pero lógicamente es una especialidad a la que nunca me he dedicado. Eso es zapatero a sus zapatos. Nunca he sido un orador excelente. Soy una persona muy tímida y me expreso bien a partir de la música.

«Tengo conceptos éticos y morales que he aprendido donde he vivido. Sin embargo, no podría sentarme en un debate político porque hay cosas que no domino. Hablo como parte del pueblo, me reflejo en sus vivencias, y lo incorporo a mis canciones».

—Los medios miamenses hablaron de que habías adoptado la ciudadanía italiana. ¿Es cierto?

—Soy cubano e italiano desde que nací. Mi abuelo materno nació allá y toda mi familia por parte de madre tiene allí sus raíces. Tiempo después de que mi abuelo muriera y de reencontrar a mi familia italiana, mi madre se reunificó con ellos y adoptamos la ciudadanía de ese país. Este año mi mamá falleció y mis hermanos residen fuera. Aquí me queda apenas familia, principalmente mis hijos Jean Paul, Brian y Giorgio.

Soy un artista y tengo gran presencia en festivales y en el circuito musical europeo. Llevo más de diez años yendo a Italia. He hecho colaboraciones con Christiano Malgliorgio y la disquera de Nápoles, Planet Records, con la que tengo discos grabados.

«Pero primero que todo soy cubano. Fue aquí donde nací, me críe y aprendí todo lo referente a lo que hago. Aunque hay una parte linda de mis raíces que es italiana, es más fuerte haber crecido en el barrio de Buena Vista. Como dice mi último número, Sin etiqueta: “no soy cantante de etiqueta, soy un cantante de detalle, yo canto pa’ la gente de peseta, y canto pa’ mi gente de la calle”».

—Háblanos de tus inicios.

—Tenía 23 años cuando mi mamá le dijo a un amigo mío que estaba en el grupo de aficionados Iyá Son, que yo cantaba. No me gustaba, pero me convencieron. Probé y a la gente le gustó. Allí me vio un especialista de la Promotora Benny Moré y me conectó con la agrupación Fantástico Son, que trabajaba en instalaciones turísticas.

«Empecé en el grupo. En ese tiempo era además instructor de arte, ya que había dejado a medias mis estudios de canto en la escuela elemental de música Alejandro García Caturla. También comencé a estudiar en el Conservatorio Ignacio Cervantes. Después vino mi estancia de un año con Galaxia».

—¿Cuánto conocimiento te brindaron las orquestas Adalberto Álvarez y su Son, Dan Den y Opus 13?

—Las tres fueron una escuela y me formé con sus directores, Adalberto Álvarez, Juan Carlos Alfonso y Joaquín Betancourt. Con Adalberto aprendí que cuando no estás preparado, no asumas el reto. Era son clásico y en aquel momento yo cantaba salsa más a lo timba. Con Dan Den conocí la popularidad. Opus 13 me brindó muchos conocimientos. Cada músico de esa agrupación era un maestro en su instrumento y con una formación académica muy profunda. Me dieron la oportunidad de hacer música y realizarme.

—¿Por qué decidiste, en 1992, formar tu propia agrupación?

—Pienso que hay cantantes a los que tienes que guiar, pero otros tienen guía propia y carisma, y la comunicación con el público les fluye. Me enfrenté a estas cosas. Los directores con los que trabajé estaban muy bien plantados, eran acertados, sabían hacia dónde iban y quería hacer algo diferente, porque me gusta la fusión.

—El boom de la salsa en los años 90 impulsó internacionalmente a los cultores del género en la Isla, y la Élite fue uno de ellos. ¿No crees que tal éxito sea agua pasada ante el surgimiento de otros estilos musicales?

—Eso es como decir que no creo en lo que hice o hago. Fíjate que esos son los ingredientes que en este momento le están poniendo a su género los reguetoneros. Y lo están caracterizando, porque si no, es de Puerto Rico o de cualquier otra latitud, pero no cubano. Ellos lo hacen con los aderezos de la timba. Tiene los tumbaos de los pianos, los bajos y las bombas.

«La timba cubana viene de la fusión de estilos como la rumba, y de otros foráneos como el jazz. Estoy haciendo timba con reguetón y me funciona muy bien, pero mantengo la esencia de mi música.

«Lo que pasa es que a la timba le quitaron los escenarios. En la pasada década había diferentes plazas y la gente escogía a quienes quería ver, sobre todo los fines de semana. Había veces que yo estaba actuando en el Habana Café del Hotel Melía Cohíba, los Van Van en el Salón de los Embajadores del Habana Libre, o la Charanga Habanera estaba en el Papa, de la Marina Hemingway.

«El género proliferó más por eso. Teníamos escenarios de calidad. ¿Qué nos dejaron hoy?, espacios por donde pasan más de cuatro orquestas en un día. Tenemos problemas para trabajar en algunos lugares. Podemos hacerlo en La Macumba, pero con un horario determinado, y La Tropical de cierta manera ha cambiado su programación; ya no es el centro donde estaban las orquestas de música popular bailable.

«Las agrupaciones perdieron terreno no solo en lugares para presentarse, sino en los medios de comunicación. También se nos dificultaron las actuaciones en el interior del país. Bajaron los precios y una producción artística en provincias es muy costosa. Es mover artistas, equipamiento de sonido, audio, luces y tener un lugar para descansar. Como, obviamente, hay orquestas que tienen una carrera y un mercado internacional, se están procurando estar más tiempo fuera que dentro.

«El porqué de todo esto es muy sencillo: es más fácil que dos trabajen con un DJ en cualquier plaza, y la llenan. Sucedió que cuando no nos podíamos presentar en esos lugares, ellos sí. ¿Y las orquestas, esas que le dieron paso a esta gente qué?».

—Durante mucho tiempo el eslogan de los medios anticubanos era que el son se fue de Cuba con la Revolución. ¿Qué piensas de ello?

—No se ha ido y ahí están Van Van, Adalberto Álvarez y unos cuantos que podemos sacar la cara, y demostrar que el son sigue vivo.

—¿Tendrás presentaciones en la Isla próximamente?

—Estoy metido a tiempo completo en la grabación de Un poquito de to’ II. Igualmente preparo una gira a la Feria de Cali y algunas actuaciones en Bogotá, Colombia, previstas para diciembre. Pero pienso estar aquí para las celebraciones por el día 1ro. de Enero».

*La foto de esta entrevista fue hecha por el colega Franklin Reyes.

martes, 2 de junio de 2009

El verano, los sueños y la música

Creo que ayer fue uno de esos días donde los sueños valen la pena. Esta mañana no he querido despertar, a pesar del calor y del intenso verano que ya vivimos en Cuba. Anoche viví una historia musical, como esas que en el cine te dejan perpleja. Así a lo Molino rojo, Chicago o La bella del Alhambra.
Fui protagonista de una época distinta, llena de menos instrucción en la gente, pero paradójicamente de composiciones fabulosas. Quizá me lo pareció así Manuel, un hombre correcto aunque muy parco al hablar. Discutíamos y casi me sentía presa de un monólogo. Pensé por momentos que nada iba a salir de esa cabeza. Me desesperan las personas que no hablan, o lo hacen poco. Lo aburrí y solo quería ser inmortal.
Bebió su café y me dejó sola en ese bar con el hombre del traje gris y una triste canción sin guitarra. No era lo mismo, cuando Manuel tomaba el instrumento de cuerdas y articulaba sus letras, era otro y otra la escena.
Recuerdo cuando cantó Longina. Vi sus ojos, sus manos y leí su rostro. Era su himno, también el mío. Hubiera querido que llevara mi nombre, pero «le hago gala a una amiga», me pareció suficiente. Ella era una amiga que le tenía ganaba esa pequeña cavidad que tenemos en el lado izquierdo de nuestro cuerpo.
«El verano es una estación extraña», me dije. Entre calores y lluvia, surgió una historia entre prenumbras. Me la he creído.

Café Tacvba vendrá a Cuba


Me ha agradado la noticia: la banda mexicana de rock alternativo, Café Tacvba, tocará en la noche del 9 de junio en la Tribuna Antiimperialista José Martí de La Habana.

Tendremos música con sabor a tequila en ese concierto habanero, que forma parte del tour 20 años, 20 ciudades, que el grupo emprendiera desde el pasado 21 de mayo y que concluirá el 25 de julio próximo.

Café Tacvba recorre así varias urbes latinoamericanas, europeas y estadounidenses. Lleva consigo buena parte del trabajo que inició en 1989 en la ciudad de Satélite, y que ha recogido en discos como Café Tacvba (1992), Tiempo transcurrido (2001), Cuatro caminos (2003), Un viaje (2005) y Sino (2007).

No faltan en las presentaciones temas que han constituido bandas sonoras de películas como Amores perros, Y tu mamá también, Crónica de un desayuno, y otras tantas.

Pero el festejo irá más allá de las descargas musicales y el importante encuentro con el público. El grupo publicará dos libros: uno que contará la historia gráfica de la banda, y otro biográfico, confeccionado por el escritor Enrique Blanc. También recogerán en un documental de larga duración, lo vivido en la gira promocional del álbum Sino que los llevó por Japón, Sudamérica, Estados Unidos y España.

En su sitio web oficial, Café Tacvba dice que «es tiempo de regresar con mucho amor» el cariño y lealtad de quienes los han seguido en cuatro lustros de música. En La Habana su cumpleaños 20 será especial, pues también «la Revolución Cubana celebra su aniversario 50, ambos eventos se estarán celebrando al mismo tiempo». Bienvenidos.

lunes, 1 de junio de 2009

Con una excusa discográfica..


Acabo de ver un concierto donde la discografía era el punto común, el hilo directo. Los músicos intentaron hilvanar lo más reciente contenido en el catálogo de la EGREM, la empresa fonográfica más antigua de Cuba, creada en 1964. Me agradan esas presentaciones donde más que un «locutor guía», los espectadores palpan el hecho mismo. El sábado último, en el Teatro Karl Marx de La Habana, era la música vista en distintas zonas de la sonoridad nacional, la protagonista. Me llevé a mi padre, quien se convirtió de un momento a otro en uno de los mayores escépticos de la noche gracias a la lluvia. Más que todo quería que la velada resultara. El inicio fue muy cubano, con la orquesta de Pupy y los que son son. Luego los organizadores, siguiendo la idea de proponer lo último del inventario discográfico, mostraron los puntos fuertes de la disquera. En el pop escogieron a tres jóvenes que suenan mucho actualmente: Diana Fuentes (CD Amargo, pero dulce), M Alfonso (CD Señales) y Leoni Torres (CD Bajo la piel). La estrategia se repitió con la trova —como pasó con Raúl Torres (CD Maqueta de platino)— y las relaciones que esta tiene con géneros como el propio pop (Buena Fe, álbum Catalejo). Sucedió con la canción y de hecho, con Omara Portuondo y ese memorable tema Amiga, cantado junto a Elena Burke y Moraima Secada. Omara asume las personalidades musicales de sus colegas y logra, con una interpretación sorprendente devolvernos ese tema, para mí imprescindible en su repertorio. Observé a padre, y en la parte en que la Burke debía intervenir con voz ronca, se levantó de su asiento para aplaudir a Elena en la piel de la Portuondo. Fue sencillamente especial. La línea sonera fue retomada en varios momentos del espectáculo que dirigió Santiago Alfonso. Pude escuchar por primera vez en vivo aquel tema que Israel Rojas, líder de Buena Fe, escribiera Mi mujer y mi ex, y que tan loablemente interpretara Pedrito Calvo y la Nueva Justicia. También me gustó la gran organicidad escénica de la Charanga Habanera. Esos muchachos mostraron que el género igualmente es un espectáculo coreográfico. Un desfile de orquestas se escuchó (Arnaldo y su Talismán, Sur Caribe...) y concluyó con la actuación de Manolito Simonet y su Trabuco y ese número que se mueve entre la salsa y el reguetón que es Control, título que también da nombre a su disco.
La EGREM abrió su catálogo actual. El público quiso degustar en vivo lo que escucha en la radio y un poco menos en discos. Pero me dejan la sensación de que quiero seguir escuchando los álbumes completos. Para el próximo año, en la edición Cubadisco 2010, se ha anunciado que se expenderá la cifra de un millón de discos. Seré de las primeras en «hurgar» en los dossier de las disqueras, quiero tener en mi archivo mucho de lo que se hace en la música de mi país. Algo que la EGREM me ha adelantado con este concierto homenaje.