Como las películas es uno de esos sencillos electrizantes que Roberto Fonseca y Temperamento deslizan por la conductividad de su música. Ver al joven pianista y el resto de los integrantes de su pequeña agrupación jazzística es un eterno viaje a lo mejor del jazz latino mezclado con la sonoridad cubana.
Fue el último sábado en el Teatro Mella, durante uno de los conciertos del 26 Festival Internacional de Jazz, que pude apreciar el trabajo de Fonseca. Impresiona en el mismo el esquisito diálogo del piano con la bateria, el bajo y el clarinete y el saxofón.
Dijo sentirse a gusto con su público y dedicó a la gente de su Cuba, Lo que me hace vivir, un tema dinámico y conmovedor que nos recuerda también en nuestras mentes a la Mayor de las Antillas.
Es que Roberto es un pianista excepcional. Su versatilidad lo ha llevado a colaborar con artistas reconocidos como Omara Portuondo en su disco Gracias -merecedor del Grammy Latino el pasado año-, e Ibrahim Ferrer en su CD Mi sueño; con el Guajiro Mirabal y el bajista Cachaito en sus álbumes en el Buena Vista Social Club; además de formar parte de los volúmenes de Javier Zalva (Baritoncha) y el de Angá Díaz (Echumingua) .
Lo que más sorpernde de Fonseca es su capacidad para moldear estilos y adaptarse a ellos con talento. Así sucedió con sus colaboraciones en los discos de los raperos de Obsesión y del folclorista brasileño Carlinhos Brown.
Entre su discografía, que ya supera los seis volúmenes, Roberto también muestra su visión de interpretar y componer, algo que se palpa en las presentaciones en vivo junto a su proyecto Temperamento. Elengó, No limit, Tiene que ver y Akokán, son algunos de sus fonogramas.
El joven artista nació en La Habana en 1975 y como expresa en su web oficial, ha seguido fiel a su principal anhelo desde el comienzo de su carrera: “Quiero que mi música llegue a la gente que no me conoce, y sueño en convertirla algún día en un punto de referencia para mi público…".
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