Como le prometí a Marié, una de las lectoras de Música Cubana hoy hablaré de dos agrupaciones de la música tradicional y sus más recientes volúmenes fonográficos que ya son una joya musical, a pesar de que acaban de presentarse en la escena nacional. Se interpreta allí de una manera arrasadora sones clásicos del pentagrama nacional y desenredan con elegancia toda una tradición que va envuelta en nuestros genes de cubanos.
Son dos septetos con una amplia y extensa carrera en el mundo sonoro. Ambas sobrepasan las ocho décadas y cada una se ha nutrido de varias generaciones de músicos, que la han arropado con sus experiencias.
Ahora reaparecen en la discografía con dos nuevas entregas. Así, a todo son, rumba, guaracha y bolero, se erige sobre sus 82 años el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro para continuar Desafiando el destino. Se hace acompañar esta vez de voces destacadas de la Isla como la Musicalisima Beatriz Márquez, Pedro Lugo (El Nene), Felix Baloy (El Bala), Emilio Moret, Pablo Justis, Genaro Camacho, Ernesto Pluma y el percusionista Tomás Ortiz (Panga). También se suma el venezolano Enrique Iriarte, quien fundara junto a Oscar D' León la mítica orquesta Dimensión Latina.
Entre los compositores que podemos encontrar en Desafiando... está Francisco Oropesa , el bongosero del Septeto, quien ha escrito para el álbum Candela mi son, Tu son tresero y Rumba amanamba. Otros integrantes del grupo igualmente participan en la autoría de los temas, como el guitarrista Dagoberto Salcerio (¿Por qué será?, Aquí estoy yo), el trompetista Agustín Somellán (La rumba no ha muerto, Del some al son) y del cantante y líder de la agrupación Eugenio "Raspa" Rodríguez (Un clavel para la niña, Entre nosotros).
Fundado por Ignacio Piñeiro el 13 de diciembre de 1927, el Septeto Nacional esparce melodías en los escenarios nacionales e internacionales. Y es este nuevo disco una evidencia de su hacer.
Otra formación musical también se asoma a la fonografía. Llega con un álbum doble para mostrar que 90 años son un buen average, a pesar de que la conocida frase de Gardel. En 26 sencillos el Septeto Habanero hace un desfile del cancionero tradicional cubano, destacando obras de Pedro Ibáñez, Manuel Corona, Gerardo Martínez y Guillermo Castillo —estos dos últimos fundadores en 1920 del afamado grupo.
Tres lindas cubanas, Aurora, Elena la combanchera y esos pegajosos y populares temas Papá montero y A la loma de Belén, suenan impecables y con la experiencia de una agrupación que celebra con este fonograma sus nueve decenios de música e identidad.
Otros autores contemporáneos se suman y respetan en sus canciones el estilo de los grandes compositores. Así podemos saborear de éxitos actuales del septeto como Y qué sabrosito pa’ gozar, de Jaime Gracián, y Voy a la calle Vapor, de Emilio Moret.
Es 90 años. Orgullo de los soneros (Colibrí 2009) uno de esos discos donde no tienes en cuenta el tiempo, porque de allí tomamos esa esencia que es capaz de describirnos desde las historias locales -y a la vez universales que cuentan-; y porque domina impecablemente la capacidad de narrar desde la melodía. Enhorabuena que Desafiando al destino siga esa misma línea.
Muchas gracias por sus palabras.
ResponderEliminarYelanys